DANIEL SMITH, SEVILLA 2015
T-Oigo Reflexión
Para mi organización comunitaria T-Oigo, trabajé con Abel, un niño hipoacúsico de doce años. Yo intenté enseñarle inglés. Abel es cariñoso e inquieto, además, tiene un sentido del humor y una imaginación enorme. También, su madre, Sara, es muy simpática y participaba en todas las actividades que yo hice con Abel. Abel siempre quería mostrarme cada cosa en su casa, incluyendo su hámster y su colección de videojuegos. Nosotros usamos el primer día hablar y conocernos, pero en los siguientes sesiones, jugamos juegos de mesa y videojuegos. Pienso que es importante enseñarle cuando él está haciendo algo que a le gusta. Para enseñarle, yo diría el nombre del objeto en español y luego el nombre del objeto en inglés. Estoy me ayudó a mejorar a mi español también. A él le encantan aprender.
Abel canceló nuestra reunión de T-Oigo algunas veces porque él tuvo algunas citas médicas. Pienso que él tiene que ir a muchas citas con los médicos por su problemas auditivos. También, su madre es una cantante famosa de ópera y por lo tanto ella viaja mucho. Algunas sesiones fueron canceladas por esta razón. Sin embargo, cada reunión tuvimos fue muy interesante y divertida. Por ejemplo, hablamos sobre los números 1-50 mucho. Al principio, le enseñé como pronunciar los números. Él sabe los nombres de los números y puede escribirlos fácilmente. Sin embargo, la pronunciación fue muy difícil para él. La pronunciación es la razón que mucha gente hipoacúsico no puede aprender más de un idioma. Los sonidos más difíciles para él son “th” en “three,” “ix” en “six” y la diferencia entre del fin de “fourteen” y del fin de “forty.” Al fin, no puede pronunciar los números perfectamente, pero su pronunciación ha mejorado mucho.
Me gustó mucho el tiempo que pasó con Abel. Me ha enseñado que una discapacidad debe no prohibir a alguien hacer lo quiere hacer. Abel y su madre me acogieron en su casa y me hicieron sentir como un amigo, no un invitado o un maestro. Antes de irme, voy a almorzar con ellos y darles las gracias.
La madre de Abel es una cantante famosa de ópera:
