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Mis rincones favoritos

Los Carros

 

        Los Carros es un restaurante fuera de Sevilla en un pueblo que se llama Almensilla. Es un lugar muy apartado y no hay mucha gente. En coche, está solamente a 20 minutos. Afortunadamente, el viaje es tan bueno como el restaurante. La experiencia es muy auténtica. Hay campos infinitos y calles vacías. He ido a este restaurante dos veces, y las dos veces yo comí la mejor comida de mi vida.

 

        La primera vez, fui con mi amiga sevillana porque su novio vive en este pueblo. Cuando yo salí del coche y miré alrededor dije, “Ahora, esta es la España auténtica.” Nadie habla inglés y no hay tiendas turísticas. Es posible que este restaurante sea el único restaurante en el pueblo. Comimos afuera y durante la cena había algunos gatos perdidos que quisieron la comida.

En el restaurante, comimos muchísima carne (y sólo carne), toda de cerdo. Había todos los tipos de carne de cerdo y todos fueron los mejores de mi vida. Con cada plato, la carne estaba encima de las patatas. Nadie tiene su porción propia, sino que cada persona come del mismo plato. La carne es muy fresca porque los animales están afuera del restaurante.

 

        Me gustó tanto que, para mi cumpleaños, fui a Los Carros otra vez con toda mi familia, que estaba en Sevilla para mis cumpleaños, mi amiga sevillana y su familia entera. A todos les encanta la comida y por una buena razón: es la mejor comida del mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Plaza de España

 

        Mi lugar favorito en Sevilla es la Plaza de España. Generalmente, una plaza enorme con mucha gente y muchos turistas no es la definición de un “rincón,” pero para mí, lo es. Una de las cosas que a mí me gustan es la entrada a la Plaza. Desde fuera, no se puede ver nada. La plaza solamente parece un edificio grande y viejo, como todos los otros edificios en Sevilla. Sin embargo, cuando se sube el escalón y se llega a la verdadera Plaza de España real, es como un mundo diferente.

 

        La primera cosa que se ve es el puente sobre el río. Después, se ve la magnífica fuente. Después de caminar sobre el río, la siguiente cosa que se ve es el edificio. Cuando el sol se refleja en el edificio, el rojo de la construcción brilla y parece un lugar mágico.

 

        Para mí, la Plaza de España es un sitio donde puedo relajarme, pensar y reflexionar. Hay mucha gente, pero no es ruidoso. Cada vez que yo voy a la Plaza, siento que soy la única persona allí. Con los sonidos de la fuente y de los pájaros en los árboles del Parque de María Luisa, el color del edificio y el ambiente tranquilo, nunca quiero salir.

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